miércoles, 29 de abril de 2009

Presentación de la Asociación Cultural Castilla Nova

La Asociación Cultural “CASTILLA NOVA” nace en la ciudad de Toledo, a principios del presente año 2009. Formada por personas con interés en la cultura la historia, la lengua y el folclore de nuestra tierra, tiene como principal objetivo la difusión de la cultura castellana, en el ámbito de toda la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Dentro de estos objetivos se encuadra la Revista EL MARAVEDI, Hojas de Cultura y Pensamiento Castellano, que la Asociación  publica y distribuye de manera gratuita.

Conscientes de la importancia de internet en el mundo del S. XXI, cuenta con una página web en forma de  blog  en elmaravedi.blogspot.com, donde todos nuestros lectores podrán encontrar, en formato electrónico los artículos de esta revista.

Las puertas de nuestra Asociación están abiertas a todos los interesados en pertenecer o colaborar con ella y pueden ponerse en contacto con nosotros para enviar sus sugerencias, dudas o colaboraciones en la dirección de correo electrónico elmaravedi@gmail.com o en castillanova@gmail.com.

 

Editorial: ¿Por qué una revista castellana?


Las revistas de cultura castellana no son nada nuevo ni original en la ciudad de Toledo. Lo es que surja esta revista en pleno S. XXI, cuando parece que Castilla y lo castellano es una seña de siglos pretéritos, no del presente de esta tierra. Pero si de algo estamos seguros quienes hacemos esta revista, es de que Castilla y lo castellano son una realidad tangible en el Toledo de este principio de siglo, como lo ha sido en el pasado y lo será en el futuro. Y decimos que no es nueva la presencia de revistas de cultura castellana en Toledo porque hasta bien entrado el S. XX revistas como “Castilla”, brillantemente dirigida por D. Santiago Camarasa  o “El Castellano”, periódico de gran difusión en la provincia impreso por la Editorial Católica, eran habituales en esta ciudad.

Por suerte, la identidad castellana de esta tierra no se ha perdido, pero sí podemos afirmar, por desgracia, que se ha desvanecido a favor de un mimetismo “castellano-manchego” un tanto indefinido y que, en muchos casos, prima un extraño e “invasivo” sentimiento manchego, que nada tiene que ver con estas tierras toledanas que ni siquiera se encuentran en la castellana y querida comarca de La Mancha .

Para devolver a esta tierra la cultura castellana “que se escapa por sus poros”, nacen estas Hojas de Cultura y Pensamiento Castellano que, con el nombre de EL MARAVEDI, edita la Asociación Cultural CASTILLA NOVA, movimiento asociativo de reciente creación y con las puertas totalmente abiertas a quienes deseen profundizar en el conocimiento y la difusión de la cultura castellana en Toledo y en toda Castilla-La Mancha, sin olvidarnos en ningún momento de todos los castellanos de la Vieja Castilla y del resto de la Nueva Castilla, los que habitan en las comunidades autónomas castellanas de Madrid, Castilla y León, La Rioja y Cantabria, con quienes compartimos una rica historia y una común cultura, idioma y folclore.

El rincón de la Historia de Castilla. Castilla la despojada


Castilla  había contribuido junto con otros reinos peninsulares  al nacimiento del estado moderno en España, allá por el siglo XV. No habían corrido muchos años de andadura común como españoles, cuando se nos impone un gobierno compuesto por extranjeros traídos por el joven Carlos, futuro emperador de Alemania, asistidos por nobles españoles que obedientes trataban de complacerle plegándose a sus deseos recaudatorios con el fin de invertir los caudales del reino, especialmente los de Castilla, en sus aspiraciones personales e imperiales en Europa.

Castilla la tierra rica y extensa es el objetivo principal del nieto de los Reyes Católicos, para eso pretende que las Cortes castellanas convocadas en Santiago-La Coruña le aprueben los servicios especiales que pretende. Toledo se niega a participar en esas Cortes y protesta el 19 de octubre de 1519 en una carta enviada a Jaén contra esas medidas que considera abusivas ya que el primer perjudicado sería el pueblo “menudo”.

El 27 de febrero de 1520 hace ahora 486 años, Padilla explicaba esta negativa diciendo que Castilla tiene otras necesidades y que los impuestos con el trabajo se pagan “e no es en otorgar el poder para otorgar el servicio”. A partir de este momento se inicia abiertamente un enfrentamiento con la política de Carlos y muchos ciudadanos haciendo causa común con los concejos, inician con esa postura rebelde, el desarrollo de una doctrina cercana al igualitarismo nacida de una toma de conciencia del bien común compartido. Todos, se decía entre los comuneros, deben contribuir al sostenimiento de la república, pobres y ricos, seglares y eclesiásticos, nobles y plebeyos según sus posibilidades. “En Castilla todos contribuyen, todos fuesen iguales, todos pechasen”. Estas ideas que son producto de una incipiente revolución social que se adelanta en siglos a nuestros conceptos actuales democráticos es producto de una doctrina comunitarista cristiana, encuentran su desarrollo a medida que avanza y se extiende por Castilla la rebelión comunera. Una de las primeras consecuencias prácticas del movimiento fue la sustitución de los regimientos tradicionales compuestos por las oligarquías locales, por otros en los que participaban los vecinos en grado de igualdad con otros estamentos.

Se generaliza la intervención popular en las decisiones municipales votando asuntos que les atañen a todos los vecinos, influidos por la fuerte tradición castellana de los concejos abiertos que evolucionan hacia posturas cercanas a una democracia representativa.

Un nuevo estamento popular toma protagonismo en las ciudades comuneras donde no existía esta representación o era inoperante. Eran los hombres del común, los representantes de los barrios, de las colaciones, de las parroquias, de las cuadrillas, de las vecindades... elegidos libremente para gobernar las ciudades junto con los otros estados. De esta manera el artesano podía tratar asuntos del común en término de igualdad con el noble o el clérigo.

La comunidades  formaron un movimiento que en 1520 había federado nuevos grupos urbanos de Castilla en el que como dice Joseph Pérez “todos los vecinos, sin distinción de clases ni estados, se sienten solidarios y copartícipes” y continúa “la comunidad así entendida, reúne a todo el común del pueblo y obra por el bien común de todos”.

 El poder del Emperador pasó por encima de la voluntad de los castellanos. Los servicios se votaron en las Cortes y a Castilla se la fue despojando de sus riqueza, de sus leyes, de sus costumbres, de sus fueros y sobrevino el empobrecimiento y el abandono de su propia identidad. Castilla fue un árbol caído del que todos hicieron y aún hacen leña a placer. La venganza del Emperador (buen título para una clásica de miedo) parece llegar hasta hoy de la mano de  los periféricos cuando reclaman “deudas históricas” inventadas para sacar tajada, a costa del cuento y del desconocimiento o interpretación de la historia todavía a principios del siglo XXI.

La famosa deuda histórica, se tendría en todo caso con Castilla la despojada y no con Cataluña la aprovechada.

 

¿Castellanos en Castilla?


Es preciso en nuestra Castilla de hoy reclamar la atención sobre esta tierra histórica y dura, a cuya cultura pertenecemos? Pues ante la evidencia de una identidad casi perdida, que ha quedado en puro formalismo administrativo, con nombres añadidos o suprimidos, es necesario que los que aún nos sentimos castellanos y participamos de su cultura confundida con el centralismo por las regiones periféricas e incluso por nosotros mismos, creemos tener el deber y la obligación de recuperar y mantener nuestra herencia cultural.

A veces parece obvio ser castellanos en Castilla ¿Pero eso es así?. ¿Somos castellanos o somos provincianos? Tenemos la sensación de ser más aldeanos de lo que parece a simple vista y de importarnos poco ser y pertenecer a un grupo cultural que pretenden marginar. ¿Cuántas veces hemos leído, u oído de gentes ignorantes de la prensa, la radio o la TV  nominarnos manchegos a todos los castellanos de esta Región? Sólo poniendo un poco de atención lo descubriremos. Ocurre con frecuencia: “Toledo capital de la Mancha”, “los manchegos…” por extensión a todos los habitantes de la administrativa Castilla la Mancha, o “ganó el equipo manchego” cuando hablan de un club de futbol de Talavera… y podríamos traer más ejemplos diarios. ¿Ignorancia de la geografía? ¿Abreviar el gentilicio actual?. Todo esto contribuye a confundir y  mancheguizarnos a todos los castellanos. ¿ Estrategia o ignorancia?. La querida tierra manchega, como la alcarreña o la sagreña y otras, son comarcas castellanas,  pequeñas o grandes partes de Castilla. Pero las denominaciones frívolas  sin sentido o con el ánimo de estar presentes tapando otra realidad, raya en lo absurdo y pone en riesgo la identidad castellana. Identidad vinculada a una historia, a una cultura, a una forma de ser, a una proyección internacional, y a la propia construcción de España.

Somos los castellanos unos “sufridores” con gusto, porque nunca o pocas veces, mostramos nuestro disgusto por aquello que nos incumbe como territorio. Estamos por lo general “amansados” o descontextualizados. No interesa tampoco que tomemos conciencia de comunidad para evitar en lo posible la defensa común de lo nuestro. La última vez que ocurrió fue en el siglo XVI. En épocas mas recientes el regionalismo o nacionalismo periférico, exigió con sus bonitas fábulas históricas unos derechos que nunca tuvo, en detrimento de los castellanos a quienes siempre los mantuvieron  atados y bien atados o mas bien marginados y muy bien marginados. En muy pocas veces nos enseñaron la historia de Castilla (toda Castilla), de sus instituciones, su cultura, sus riquezas artísticas y naturales… En la actualidad la enseñanza en Castilla se encuentra fragmentada entre cinco consejerías de educación. Lo peor es que cuando se imparte la Historia Moderna de España donde entra Castilla en el siglo XV, mas parece un apéndice de los localismos, que el hilo conductor de nuestra historia común como nación.

Desde Castilla (Madrid) se ha gobernado a España, con políticas acertadas o desacertadas, y aunque Castilla solo prestaba la casa,  nos asociaron al centralismo, cuando éste se empleaba paradójicamente en contra nuestra.

Contribuir a recuperar la imagen de Castilla mediante el estudio y divulgación de su cultura, la defensa del idioma castellano, la protección de su patrimonio, dinamización de los recursos naturales, fomentar la creatividad y todas aquellas acciones conducentes al conocimiento e identificación con la realidad cultural castellana, son objetivos que justifican la aparición de estas hojas. Hoy en su expresión mas humilde, mas embrionaria pero mas ilusionante. Son todo un proyecto que puede con la ayuda de todos los que se identifiquen con Castilla y su cultura, desembocar en una empresa continuadora de otras que ya existieron aquí en Castilla la Mancha, con parecido propósito.

Necesitamos gente emprendedora y luchadora, “con esa eterna juventud que se hace”  y que como Machado sientan a Castilla y lo castellano: “Y otra vez roca sobre roca, pedregales/ desnudos y pelados serrijones/ la tierra de las águilas caudales/ malezas y jarales/ hierbas monteses, zarzas y cambrones.” ¡¡Tierra dura en definitiva con la que siempre nos toca pelear¡¡. Cuando no nos vence el Emperador, nos vence la indiferencia y el fatalismo. Por intentos que no quede. Aquí va otro. ¡¡ Castellano conoce y defiende lo tuyo¡¡ Te esperamos.

 

Un castellano leal

 

El Maravedí

El maravedí fue una moneda de uso en los reinos de Castilla y León desde el siglo XII. Maravedí o morabetino significa “moneda almohade” siendo las acuñadas en Castilla durante el reinado de Alfonso VIII, bilingües. Se utilizó para facilitar el comercio castellano con los musulmanes. Alfonso X acuñó el maravedí de plata que equivalía a la sexta parte del maravedí de oro de Alfonso VIII. Estas piezas continuaron su historia vinculadas a Castilla sufriendo cambios y devaluaciones hasta su adopción como “moneda de vellón” en el reinado de los RRCC en 1475. Treinta y cuatro maravedíes equivalían a un real (25 céntimos de peseta).

Esta pieza numismática reúne una serie de características que nos hizo reparar en ella. Fue la moneda que Castilla hizo suya, entre otras que aparecieron a lo largo de la historia de  España. Su origen y primeras acuñaciones nos hablan de un reino castellano-leones y almohades que usan monedas bilingües que aparte de la utilidad en las  transacciones, nos muestran un clima de tolerancia,  respeto y reconocimiento de otras culturas  en el medievo castellano. Fue la mas popular y se mantuvo operativa aunque de bajo valor y de utilidad contable, mas  que ninguna otra en Castilla, desapareciendo en el siglo XIX.

Así pues  adoptamos y tomamos al maravedí como un elemento simbólico castellano de encuentro, tolerancia, integración, popular y  presencia dilatada  en la historia de España.

 

Libro recomendado del mes de abril 2009

La obra que recomendamos en este número es El Patrimonio Cultural Castellano Expoliado de Mª Luisa Amor Tapia editado en Burgos en 2008. Actualmente estamos acostumbrados a ver títulos que tratan la expoliación del patrimonio de diversas regiones periféricas de España o de alguna institución pública o privada. Gracias a este trabajo podemos adentrarnos en el sufrimiento de nuestro patrimonio artístico y sus avatares desde el siglo XIX hasta nuestros días.

 

Cultura en Castilla: Exposiciones, congresos, libros, ...

En este primer número comenzaremos nuestras recomendaciones culturales con el ciclo de conferencias dedicado al rey Alfonso VI en el IX Centenario de su muerte. La organización corre por parte de la UCLM a través de la Universidad de Mayores “José Saramago” y otras entidades colaboradoras. Se tratarán diversos aspectos políticos, sociales, culturales y religiosos del monarca castellano y su época.  La programación se desarrollará los martes desde el 17 de marzo al 19 de mayo en el edificio Lorenzana de Toledo.

La siguiente recomendación nos lleva al sur de Castilla, concretamente a uno de los yacimientos mineros más famosos, Almadén. El Parque Minero de Almadén ofrece al turista y al investigador una perfecta conjunción de elementos para entender el pasado de un lugar que fue explotado desde época romana. Además, ha sido declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, y lucha por convertirse en bien Patrimonio de la Humanidad. Desde la revista El Maravedí  y la Asociación Cultural Castilla le damos todo nuestro apoyo.

Por último, recordaremos la Guerra de las Comunidades que tras cinco siglos de su estallido sigue rememorándose con diversos actos histórico-culturales. Véase la senda ecológica y literaria que recordará en el pueblo vallisoletano de Villalar de los Comuneros, la lucha de Padilla, Bravo y Maldonado. Dicha ruta contará con inscripciones que recogen los versos que el poeta Luís López Álvarez dedicó a los valientes castellanos. La senda recorrerá 2 km desde Villalar hasta el lugar histórico donde se produjo la batalla entre imperiales y comuneros.